Y bueno, como para no quedar afuera también vengo a hablarles de lo que fué esta montaña rusa emocional que se hace llamar “año 2015”. Empezando (como suelo empezar yo) por el principio.
Con un verano que se pasó genial, saliendo todas las semanas (cosa bastante atípica de mi) y disfrutando al máximo, seguramente porque creíamos que iban a ser nuestras ultimas vacaciones por los siguientes 5 ó 6 años (y no estábamos muy equivocados).
Se sintió un poco raro empezar las clases en febrero, pero como yo venía con un montón de ganas de arrancar facultad (en serio, no es joda), no afectó mucho, tuve un excelente comienzo de clases y un desarrollo aceptable tirando a bien durante las mismas.
Este año fue muy importante porque aprendí un montón de cosas (la mayoria con respecto a la facultad, ya que fue como mi segunda casa durante el año) como por ejemplo: no tomar clases a las 8 de la mañana, aunque fueras al liceo a las 7:30, NO ES LO MISMO, y lo que dicen siempre de estar al día con los prácticos que resultó ser cierto.
Fuera del ámbito académico no pasó mucho:
Voté en las municipales
Perdí un celular en un toque de la vela
Aprendí a manejar
Me compré un celular nuevo
Le rayé la pantalla al mes de comprarlo
Voté en la Federación de estudiantes
Intenté volver al deporte y fuí a un par de prácticas de basket
Dí el C.A.E.
Arregle la bici para usar en el verano y el cardiologo me dijo que no hiciera ejercicio por un par de meses
Etc.
Bueno, ahora que las puse en una lista me doy cuenta que si, pasaron bastantes cosas por fuera de la facultad, y, a no ser que haya reprimido las cosas malas, fue todo positiv… Aceptable, quise decir aceptable, con alguna que otra cosa negativa.
En fin, este año merece ser despedido a lo grande, porque si bien no fue un año genial, pasaron un montón de cosas geniales y conocí gente genial. Por eso, mañana voy a ir a lo de mis abuelos a brindar con una jarra bien grande de cocacola (porque el cardiólogo tampoco me deja tomar alcohol (por lo menos por unos meses))
¡Nos vemos el año que viene!
¡Salú gente, se despide Gonza Toth!
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