6 de octubre de 2015

La historia de Rodrigo y las berenjenas doradas. Cap. 4

-Escucha esto de fondo mientras lees este capítulo: http://www.rainymood.com/

Son aproximadamente las 6:30 de la mañana y me despierto todo mojado, se ve que hace un rato empezó a llover y nos ensopamos todos, llamo a Rodrigo y le digo que nos estamos mojando que es mejor que hagamos algo, así que nos levantamos y empezamos a buscar mas ramas para tapar mejor el refugio y tratar de hacerlo lo mas impermeable posible.
Luego de estar buscando por un rato encontramos unas cuantas ramas de un arbol con hojas bien grandes que nos vienen re bien, asi que empezamos a llenar todo de ramas y nos metemos para adentro de nuevo. Hoy es uno de esos días que llueve pero no es mucho, es esa lluvia tranquila con truenos suaves de fondo que mas que nada te relaja.
Se hacen las 11:57 y tras estar un buen rato mutando mirando la lluvia nos damos cuenta de que tenemos hambre, es el segundo día que estamos acá y en este mismo momento es que me acuerdo que ayer me caí de un árbol y que me había olvidado completamente, ayer no me podía ni mover del dolor y hoy estoy como nuevo, esto es bastante raro, no es normal que me cure así de un día para el otro, así que le comento a Rodrigo quien en respuesta solo se limita a encogerse de hombros y mover su cabeza llena de rulos para un costado como diciendo "ni puta idea pelotudo, la verdad que no me importa si te sentís mejor o peor porque ayer me hiciste hacer todo el refugio a mi solo y la puta que te parió", él siempre fue una persona de trasmitir mucho con sus gestos.
En fin, son las 11:59 y salimos en busca de comida.
Tras navegar un rato este pedazo de bosque, en círculos para no perdernos, encontramos una madriguera y Rodrigo ni lo duda y mete su mano en ella y saca un suricato, yo lo miro con cara de ternura porque me caen bien esos bichos pero bueno, el hambre es el hambre, así que le quebramos el cuello y nos vamos al refugio.
Son las 14:57 y ya nos comimos a Pedro el suricato, ahora descansa en paz en nuestras pancitas asi que cual leones después de comer nos aventuramos a seguir caminando, esta lluvia no nos va a parar.
Caminamos por un rato largo y de repente pasa algo bastante raro, a lo lejos empezamos a escuchar una especie de música, nos miramos con cara de sorpresa y empezamos a correr cual gacelas asustadas hacia donde provenía la música, luego de unos metros llegamos a una especie de claro y en el medio hay un tipo parado, pero no es un tipo cualquiera, tiene como cajas pegadas a su cuerpo, nos acercamos y veo que son lo que me sospechaba, ¡esas cajas son parlantes!. Intrigados le pegamos un grito porque sino no nos escuchaba y se da vuelta intrigado:
-Hola queridos seres inferiores, ¿que los trae por aqui?- Nos dice el hombre.
-¿Quien sos y porqué tenés esos parlantes pegados a tu cuerpo?- Contesto
-Soy ParlanteMan y habito este bosque desde que tengo memoria, estos parlantes son tumores que me salieron en el trascurso de mi vida y la música no la puedo controlar, pero descubrí que varía dependiendo de mi humor- Dice.
-Ah mira, ¿Sabes que es este lugar, porque y como llegamos acá? Le digo
-Nadie sabe como llegó acá, pero si les empiezan a salir parlantes en el cuerpo no tengan miedo-
-¡¡Que!! ¿¿¡¡Nos estás diciendo propensos a tumores!!??- Le grita Rodrigo
-Si- Dice ParlanteMan y suelta una risa tenebrosa y un poco homosexual.

En eso Rodrigo agarra una piedra del piso y se la tira con fuerza al hombre parlante, quien como por arte de magia hace un ruido muy fuerte y hace que la piedra salga volando en otra dirección. Enojado el hombre parlante empieza a hacer ruidos raros y podemos ver como gracias a las ondas sonoras empieza a volar.

-¡Ey! ¿¡Como pueden funcionar tus parlantes si está lloviendo!?- Le grito
-¡¡Chupame bien los huevos humanoide propenso a tumores!!- Nos grita y se va volando a una velocidad increíble.

Me pongo pensativo y le digo a Rodrigo que tenemos que seguir caminando en busca de mas cosas, ya sabemos que caminando es que vamos a progresar.
Luego de caminar por unos minutos llegamos a otro claro, nos miramos con cara de intriga esperando a ver si pasa algo y no pasa nada, nos ponemos en el centro del claro y casi inmediatamente baja otro hombre del cielo a una velocidad también increíble y nos empieza a chistar como para que hagamos silencio.

-¡¡Sshhhhhh!! ¡¡Sshhhhh!!- Nos chista

Puedo ver que tiene una especie de traje como de licra, todo pegadito a su cuerpo, es bastante homosexual por lo que puedo apreciar.

-¿Sos algo de ParlanteMan? Lo acabamos de conocer en otro claro- Le digo
-¡¿ParlanteMan?! ¡Es mi némesis!- Dice
-¡Oh casualidad que parecía tan homosexual como vos!- Le digo
-Soy ShMan, pero pueden decirme ShMan, ¿Vieron hacia donde se fue el parlanchin?- Dice
-Si, se fue al norte- Le digo
-¡Gracias! ¡Nos volveremos a ver!- Dice y se va volando hacia una dirección totalmente opuesta a la que se había ido el hombre parlante.


Ahí es que me doy cuenta de que no tengo ni puta idea de los puntos cardinales y que lo mandé para cualquier lado, pero tiene un traje de licra, él se las va a arreglar.
Continuará.

3 comentarios:

  1. Y la mina? Y que pasó? Como terminó el mes de la diversidad, terminamos de ser diversos y de tildar de homosexuales a todos?

    ResponderEliminar
  2. Si hay dudas releer todos los capítulos...

    ResponderEliminar