29 de septiembre de 2015

La historia de Rodrigo y las berenjenas doradas. Cap. 3

Me despierto al parecer en seguida gracias a que Rodrigo me tira agua en la cara, me dice que me levante que tenemos que seguir corriendo y que me cayó una rama en la cabeza mientras corríamos, le digo que me explique de una vez que es lo que está pasando que me hizo salir corriendo de esa forma y me dice que vio una especie de minotauro merodeando cerca de donde teníamos el refugio provisorio, todavía puedo sentir la carne de rata que no termine de digerir en mi estomago, seguimos corriendo hasta llegar a una especie de cueva abandonada, era muy chica así que estábamos a salvo los dos. Contemplando las dos berenjenas nos ponemos a pensar si éste minotauro tendrá alguna relación con el extraño roedor al que le sacamos la primer berenjena, según dice rodrigo tenían los mismos colores, blanco y marrón, y dice que capaz que dicho minotauro tiene alguna relación con la tercera berenjena, pero bueno no hay que hacerse falsas esperanzas.

10:57 y decidimos salir de la cueva, ahora que pienso este es un buen refugio natural, solo faltaría hacerle algún tipo de recubrimiento a la entrada y quedaría bien, seguramente tenga que hacerlo yo porque Rodrigo no es alguien muy alto que digamos... pero bueno primero lo primero y tenemos que seguir investigando.
12:32 y entre todo este quilombo me acabo de acordar de que Rodrigo estaba herido, le pregunto como está y me dice que bien, la pierna le duele pero no ha empeorado, y eso es bastante bueno a esta altura.
Llegamos a otro arroyo, una vez por semana mas o menos nos encontramos con uno, o capaz que siempre es el mismo que lo cruzamos en distintos lugares, hacemos lo de siempre, llenamos las cantimploras y nos pegamos un baño, pero de repente pasa algo muy, muy raro, Rodrigo empieza a gritar y se agarra la pierna así que voy nadando lo mas rápido que puedo hacia donde está el, lo levanto cual bolsa de papas al hombro y lo saco, en seguida deja de gritar pero pasa algo todavía mas raro, observamos la herida y parece ser mucho mas chica, no tiene ningún sentido, nos miramos con cara de desconcierto y me dice que seguramente el agua lo curó pero que le dolió mas que cuando se hizo la herida y no quiere volver a entrar. Lo primero que se me viene a la mente es que este pibe es un pelotudo, tiene la chance de curarse y no quiere, así que mientras se pone la venda lo vuelvo a agarrar cual bolsa de papas y lo tiro al agua cual bolsa de papas tirada a un camión, el se revuelca cual bolsa de papas revoltosa y yo lo agarro cual bolsa de papas descontrolada para que no salga, la escena parece un poco cruel pero luego de un grito desgarrador se queda callado y tranquilo, entonces lo suelto y sale tranquilamente del agua, se tira en el piso y observamos su pierna, estaba totalmente curada como si nada le hubiera pasado nunca, me dice que gracias pero que no lo vuelva a hacer, que no entiendo el dolor que se siente al pasar eso, pero no le doy mucha bola, lo haría de nuevo.
Terminamos de agarrar las cosas y dejamos una especie de estructura para saber, si volvemos, que esa agua tiene algún tipo de poder curativo.
Volvemos a nuestra caminata, es increíble que no podamos escalar los árboles, pues ya aprendimos tras varios intentos que al estar llegando a la cima te tira una especie de pájaro gigantesco al cual nunca pudimos hacerle daño. Pienso que en algún momento y de alguna forma deberíamos hacer un mapa, y ya de paso un calendario que ya vamos como dos meses en este lugar y ya perdimos la cuenta de los días exactos.
Cuando todo parecía estar tranquilo, como venían siendo los últimos días (en parte por la herida de Rodrigo que nos tenía bastante quietos), Rodrigo me dice una cosa, me dice que deberíamos hacernos unas cuantas lanzas y protecciones de nuevo, así al próximo monstruo raro que nos encontremos le hacemos frente y vemos si conseguimos algo, sabemos que así de fácil no se consiguen las berenjenas pero así fue como logramos aventurarnos cuando conseguimos las primeras dos. Tiene razón, le digo que si y nos proponemos mañana pasar el día preparándonos para la lucha.
16:07 al día le falta un rato para terminar, pero estamos agotados, conseguimos curar a Rodrigo y comida como para una semana, así que podemos decir que este fue un muy buen día. Nos ponemos de acuerdo en que deberíamos buscar esa cueva para pasar ahí la noche, es raro pero tras estar mucho tiempo perdido en el medio de un bosque desconocido vas como adquiriendo cierta habilidad para la ubicación y te va pareciendo mas fácil captar las señales esenciales para volver a algún lugar en el que ya estabas.
Estamos en plena búsqueda de la cueva y vemos una especie de mujer de espaldas, sabemos que no es humana, hasta ahora no hemos visto nada humano y sabemos que el bosque es traicionero así que seguro es una trampa, pero no podemos darle la espalda, agarramos un par de cascotes y pum, directo a la cabeza, cae seca al piso, nos miramos con sorpresa, que hicimos? cae boca arriba y es humana, esta sangrando e inconsciente, increíble que hayamos dejado así a lo mejor que encontramos en dos largos meses, tenemos que llevarla a la cueva, Rodrigo se la carga al hombro y seguimos en la búsqueda, apurados mientras yo trato de vendarle el tajo que le hicimos en la nuca.

Continuará.

1 comentario: