Damos por terminado el descanso y continuamos por el sendero estrecho, por primera vez en estas pocas horas que llevamos en este mundo raro entablamos una conversación, es una de esas conversaciones filosóficas sobre la vida y el universo, hasta que nos damos cuenta de que estamos divagando y que deberíamos ponernos a hacer algo en vez de estar caminando por este camino recto que parece no llevar a nada. Decidimos que vamos a adentrarnos en el bosque espeso, asi que miramos bien para todos lados y nos metemos entre los árboles que teníamos a nuestra derecha, no parece haber nada, caminamos por un rato y se nos viene una tremenda idea a la cabeza.
Rodrigo siempre fue mas de pensar las cosas que yo y es así que se le ocurre trepar un árbol para tener una visión mas panorámica de todo, y como él fue el de la idea yo soy el que tiene que hacer el trabajo sucio. Empiezo a escalar como puedo y agradezco ser alto porque sino sería muy complicado, y cuando llego arriba bum, me caigo del sillón.
Me levanto aturdido, miro al rededor y veo cortinas blancas, la estufa prendida y la tele que pasa un comercial de TeleShopping, nunca había estado tan contento de ver un comercial del bizarro Legxercise, estaba de nuevo en el living de mi casa. Al parecer todo había sido un sueño, pero un sueño demasiado real, tan real que siento ganas de llorar de alegría al ver que estoy en mi casa de nuevo, mi madre me ve, se acerca y me empieza a pegar cachetadas, no entiendo nada porque me pega cachetas, que hace? y pum, abro los ojos y veo la cara de Rodrigo en frente a mis ojos diciéndome que me despierte con voz de preocupado. Ahora entiendo todavía menos, hasta que empiezo a razonar y a mirar al rededor y veo que esta lleno de arboles y que estoy de nuevo en este bosque, se me llenan los ojos de lagrimas pero esta vez no de alegría sino que de frustración. Rodrigo me dice que llegué a la copa del árbol y que un gran pájaro negro me hizo caer, que me di la cabeza contra el piso y que pensó que me iba a morir, se le notaba muy afligido. Seguramente gracias a eso es que en ese momento empecé a sentir el dolor en la cabeza, un dolor muy agudo y un sonido como de aturdimiento, parecía que me hubieran usado de bolsa de boxeo, ahora Rodrigo tiene miedo de subir al árbol, y yo también. Parece que lo mas conveniente es empezar a hacer un refugio para pasar la noche, tenemos que hacer uno bueno, ya que no sabemos que pasa acá durante la noche.
Obviamente yo no me podía ni mover así que lo hizo entero Rodrigo, tengo que admitir que le quedó bastante bien, puso unos 8 palos y arriba y a los costados muchas ramas. Aunque la altura del refugio era de poco menos de un metro era suficiente para entrar y acostarnos, cerramos el agujero que funcionaba de puerta con mas ramas y nos quedamos ahí mientras anochecía.
Continuará.
Ya quiero que salga la tercera parte, aunque cada vez se torna más homosexual, debo admitir. Estamos en el mes de la diversidad así que dale con fe, somos un blog inclusor.
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